Al oír el término «amor propio», seguramente pensarás: «Ay, qué pesada. He oído eso demasiadas veces. Déjame en paz». Y, sinceramente, comprendo tu reacción. El tema del amor propio está por todas partes: revistas, blogs, Instagram. Mires donde mires (incluyendo mi perfil de Instagram, para ser sincera), verás incontables citas que alaban los poderes del amor propio. Para mí, descubrir cómo aprender a quererme ha sido un proceso largo y arduo y es algo que, en ocasiones, todavía me resulta difícil.
El problema es que, en realidad, nadie nos proporciona una guía para lograr que ese extraordinario amor propio se haga realidad. Es fácil decirles a las personas que deben quererse a sí mismas y disfrutar de la vida, pero no es tan fácil proporcionarles consejos y orientación concretos para que lo consigan.
No obstante, aprender a quererse a uno mismo es realmente importante y, de hecho, es esencial para vivir una vida verdaderamente equilibrada. «Si no aprendemos a querernos a nosotros mismos, acabaremos cuidando de otras personas o desarrollando hábitos autodestructivos. Ambas cosas pueden afectar a nuestra vida», afirma la terapeuta psicosexual Cate Mckenzie.
Esto es más fácil de decir que de hacer, como casi todo en la vida. Se trata un proceso continuo que puede que nunca acabe por completo. Y debes aceptar que esto es así. «El amor propio es la base de todo tu bienestar: físico, mental, emocional y sexual», comenta Lucy Rowett, sexóloga clínica y coach de sexo certificada. Aquí te ofrecemos algunas formas tangibles para dejar de creerte todo lo que te cuentan y empezar a quererte de la forma que te mereces. He dedicado mucho tiempo a mejorar mi amor propio para que tú ahora puedas aprender de mis resultados. ¡Espero que estas lecciones te ayuden!
En particular, sigo teniendo dificultades para amar mi cuerpo. Incluso cuando estoy increíblemente delgada, si me miro en el espejo siempre veo algunos kilos de los que no me importaría librarme.
Por qué el amor propio es un tema tan complejo para las personas (especialmente para las mujeres)
«¿Cómo aprender a quererme?» es una pregunta difícil y complicada para todas las personas, pero especialmente para las mujeres. Al socializarnos, se espera que seamos «dadoras». La idea de que las mujeres podamos tener dominio y control sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos y nuestro placer es algo que solo recientemente ha encontrado un lugar en el lenguaje moderno. Recuerdo la primera vez que decidí dejar de intentar complacer a la gente y empezar a ser tal y como soy. Era una perspectiva aterradora. Pensé: ¿y si no le gusto a nadie y me quedo completamente sola?
En particular, sigo teniendo dificultades para amar mi cuerpo. Incluso cuando estoy increíblemente delgada, si me miro en el espejo siempre veo algunos kilos de los que no me importaría librarme. La presión para que las mujeres tengan un aspecto determinado está arraigada en nuestro interior. Todo lo que oímos es «cómo ser “suficientemente guapa” o “suficientemente delgada”» para ser consideradas una elección acertada como esposas y madres. «Incluso si [las mujeres] se arreglan para tener una buena apariencia, es posible que lo estén haciendo por la presión de encajar y no porque les guste. Hay muchas presiones para que las mujeres tengan un aspecto concreto para lograr el éxito», explica Mckenzie.
Sé gentil contigo misma
Es importante que, antes de embarcarte en un verdadero viaje de autoaceptación, primero mires dentro de ti y hagas un trabajo interno. Observa las formas en las que determinados valores sociales pueden haber afectado a tu autoestima y al lugar que ocupas en el mundo. Esta autorrealización es la base necesaria con la que debes contar para llenarte de amor. «Cuando se trata del amor propio, sé paciente contigo misma. Estás aprendiendo una habilidad completamente nueva. Te estás educando. Esto requiere práctica, por lo que no debes castigarte por no amarte a ti misma todavía», añade Rowett.
Hay días en los que estoy en la cima del mundo y días en los que tengo la sensación de estar fallando en todo y de que toda la gente me odia.
Encuentra una rutina de amor propio
La mayor parte del tiempo pienso que soy estupenda e increíblemente maravillosa. No obstante, para eso he necesitado y necesito una práctica constante. Hay días en los que estoy en la cima del mundo y días en los que tengo la sensación de estar fallando en todo y de que toda la gente me odia. La clave es practicar. Cuando estoy decaída, me sumerjo en un estupendo baño de burbujas. Y lo disfruto al máximo hasta que el agua está tibia y las burbujas han desaparecido de la bañera.
Después, me aplico crema hidratante en la piel, me miro en el espejo y nombro entre 3 y 5 cosas que me encantan de mi cuerpo, como si fuese mi propia animadora. Finalmente, saco mi Womanizer o mi Tango para disfrutar de un orgasmo bien merecido. Esto me proporciona una sensación de estabilidad y seguridad en mí misma. Por tanto, acuérdate de mantener tu vibrador cargado. No hay nada peor que finalizar de improviso tu sesión de placer porque tu juguete se ha quedado sin batería.
Escribe sobre tus experiencias
La escritura es sin duda una de las experiencias más catárticas que puedes disfrutar, incluso si crees que escribir no es lo tuyo. McKenzie afirma que escribir sobre tus experiencias te obliga a mirar hacia adentro y reflexionar.
Cada mañana, intento escribir durante 5-10 minutos mientras me tomo mi café. No tienes por qué utilizar bolígrafo y papel si no te gusta: también puedes tomar notas en tu teléfono o escribir en tu Moleskine. Esto depende totalmente de ti. Puedes escribir palabras sueltas, historias completas, sueños, fantasías o reflexiones. El contenido no es importante, ¡lo importante es el acto de escribir en sí mismo!
Para sentir seguridad, debes amar tu propio cuerpo. Al fin y al cabo, es lo que te permite moverte.
Desnúdate (en solitario)
Hay algo increíblemente revolucionario y asombroso en la desnudez, ya que nos permite mostrarnos tal y como somos. Desnúdate en solitario: para leer, trabajar y dar vueltas por casa. Si tienes compañeros de piso, desnúdate en tu habitación y ponte una bata si, por ejemplo, tienes que ir a buscar algo a la cocina.
El amor propio está arraigado en el cuerpo. Para sentir seguridad en el mundo, debes amar tu propio cuerpo. Al fin y al cabo, es lo que te permite moverte. Si no tienes la costumbre de estar desnuda, sé que puede resultarte incómodo, pero debes hacerlo. Puedes empezar poco a poco. ¿Tal vez te resulte más fácil pasar algo de tiempo en ropa interior? No lo dudes y hazlo. No obstante, en algún momento tendrás que desnudarte y quererte a ti misma, porque si tú no lo haces, nadie más lo hará. Yo misma estoy literalmente desnuda mientras escribo esto. ¡Es maravilloso! Espero de verdad que estos consejos te ayuden en tu camino hacia el amor propio. ¡Creo en ti!